El miércoles 30 en Lima fue día de descanso, a Liset la embarcamos en un taxi para que la llevara al Museo de Arquelogía (nos fijamos en las placas por si acaso), mas tarde Pau la alcanzaría en el centro para ver artesanías, etc. Yo me fui a la zona turística de Miraflores y a un mirador que da hacia las playas, esta parte no la conocimos el año pasado que venimos como turistas normales (o sea, no en moto).
Las playas aquí al parecer nada más son para asolearse y sorfear, porque están bastante pederegosas, el oleaje es fuerte porque es mar abierto y el agua es muy fría.
El jueves 31, ya desayunados arrancamos hacia Nazca, al principio son como 140 km de autopista hasta un lugar llamado Asia y de ahí la carretera nuevamente es sencilla cruzando la inmensidad del desierto costero. Paramos en Ica a almorzar y continuamos hasta un mirador en las Líneas de Nazca que ya viéndolas desde tierra, a nivel de cancha ya no se me hace ningún misterio como las hicieron, lo que si quien sabe para qué, como aquí jamás llueve si haces un surco removiendo las piedras en la superficie perdurará por cientos de años, y las figuras me las imaginaba mas grandes, en fin, los ufólogos me van a linchar si sigo con este tema.
Como a las 5 de la tarde llegamos a la población de Nazca donde decidimos quedarnos para que no nos agarrara la noche de camino a Puquio.
El viernes 1° cumpliendo un mes de viaje, salimos de Nazca las 8:30 dispuestos para el ascenso a 4500 metros de altitud desde los 700 m que tiene Nazca, al principio mucha curva y un paisaje seco como el del día anterior, arriba de los 3000 m comienza a haber matorrales y luego algunos árboles para después desaparecer dejando su lugar al matorral de alta montaña cuando rebasamos los 4000 m y comienzan aparecer manadas de alpacas, casi choco con una que se le ocurrió atravesar la carretera cuando pasaba, esta parte se le conoce como Pampa Galeras y es como una meseta a gran altitud donde la carretera tiene grandes rectas. Luego la carretera comienza a bajar con una infinidad de curvas muuuuy cerradas hasta el fondo de una cañada donde corre al lado de un río, el calor rico abundante vegetación, altitud de 1500 m, luego volvemos a subir ya para llegar a Abancay hasta los 2800 m. Aquí buscamos hotel para pasar esa noche. En estas carreteras tenemos que tener mucho cuidado, los peruanos que en la ciudad manejan peor que cualquier manada de taxistas y microbuseros que hayamos conocido elevado a la n potencia, les da por comerse las curvas como si estuvieran en el autódromo, en muchas curvas me encontré de frente con carros, camiones y trailers, que venían sobre mi carril, aunque tuvieran libre el suyo, de los trailes es de esperarse pero de los carros ......... en fin. Abancay está al pie del nevado Ampay y el paisaje es verde, boscoso, con muchos sembradíos, el extremo opuesto de hace unas horas.
Ayer sábado 2 de febrero, salimos de Abancay a las 10 sin desayunar y tuvimos uno de los días más espectaculares en paisajes, despejado pero con nubarrones y un sol radiante, comenzamos a subir otra vez disfrutando de muchas curvas y de las vistas de Abancay y el del nevado Ampay, llegamos nuevamente a la cota de los 4000 m para comenzar a bajar a otro valle, en este punto comenzamos a admirar otros nevados destacándose el Nevado Salcantay de 6264 m.
Por esta zona visitamos el sitio arquelógico de Saywite, para ver su famosa piedra que se cree que es una maqueta de la ciudad de Choquequirao, una ciudad parecida a Machupichu todavía en proceso de restauración y de trabajo en vias de acceso a 70 km de esta piedra.
Poco más adelante, nos detuvimos a desayunar y continuamos bajando. En Curahuasi había festival de comparsas y el tráfico estaba detenido, un motociclista local me indicó como rodear por calles de tierra y pasamos sin problema aunque estaban en desniveles algo pronunciados y algo lodosas, es lo bueno de traer motos doble propósito ligeras y unas famosas ya curtidas en la tierra. Más adelante pasamos por Ancahuasi y en Izuchaca dejamos el camino pavimentado a Cusco y tomamos una terracería que nos llevó a otra carretera que va Urubamba, pasando por unas lagunas y disfrutando de las vistas más espectaculares. Al acercarnos a Valle Sagrado, la carretera comienza a bajar abruptamente para entroncarse con la carretera que viene de Cusco vía Pisac y por fin 20 km después llegamos a Ollantaytambo.
Aquí primero fue conseguir boleto de tren para que las famosas se fueran a Machupichu hoy y después nos instalamos en este Hostal Andenes, rustico pero cómodo. Hoy madrugaron por que tenían que estar a las 5:40 en la estación del tren a 500 m de aqui y regresarán como a las 11 de la noche asi que mañana saldremos ya a media mañana para Cusco.
El viernes 1° cumpliendo un mes de viaje, salimos de Nazca las 8:30 dispuestos para el ascenso a 4500 metros de altitud desde los 700 m que tiene Nazca, al principio mucha curva y un paisaje seco como el del día anterior, arriba de los 3000 m comienza a haber matorrales y luego algunos árboles para después desaparecer dejando su lugar al matorral de alta montaña cuando rebasamos los 4000 m y comienzan aparecer manadas de alpacas, casi choco con una que se le ocurrió atravesar la carretera cuando pasaba, esta parte se le conoce como Pampa Galeras y es como una meseta a gran altitud donde la carretera tiene grandes rectas. Luego la carretera comienza a bajar con una infinidad de curvas muuuuy cerradas hasta el fondo de una cañada donde corre al lado de un río, el calor rico abundante vegetación, altitud de 1500 m, luego volvemos a subir ya para llegar a Abancay hasta los 2800 m. Aquí buscamos hotel para pasar esa noche. En estas carreteras tenemos que tener mucho cuidado, los peruanos que en la ciudad manejan peor que cualquier manada de taxistas y microbuseros que hayamos conocido elevado a la n potencia, les da por comerse las curvas como si estuvieran en el autódromo, en muchas curvas me encontré de frente con carros, camiones y trailers, que venían sobre mi carril, aunque tuvieran libre el suyo, de los trailes es de esperarse pero de los carros ......... en fin. Abancay está al pie del nevado Ampay y el paisaje es verde, boscoso, con muchos sembradíos, el extremo opuesto de hace unas horas.
Por esta zona visitamos el sitio arquelógico de Saywite, para ver su famosa piedra que se cree que es una maqueta de la ciudad de Choquequirao, una ciudad parecida a Machupichu todavía en proceso de restauración y de trabajo en vias de acceso a 70 km de esta piedra.
Poco más adelante, nos detuvimos a desayunar y continuamos bajando. En Curahuasi había festival de comparsas y el tráfico estaba detenido, un motociclista local me indicó como rodear por calles de tierra y pasamos sin problema aunque estaban en desniveles algo pronunciados y algo lodosas, es lo bueno de traer motos doble propósito ligeras y unas famosas ya curtidas en la tierra. Más adelante pasamos por Ancahuasi y en Izuchaca dejamos el camino pavimentado a Cusco y tomamos una terracería que nos llevó a otra carretera que va Urubamba, pasando por unas lagunas y disfrutando de las vistas más espectaculares. Al acercarnos a Valle Sagrado, la carretera comienza a bajar abruptamente para entroncarse con la carretera que viene de Cusco vía Pisac y por fin 20 km después llegamos a Ollantaytambo.
Aquí primero fue conseguir boleto de tren para que las famosas se fueran a Machupichu hoy y después nos instalamos en este Hostal Andenes, rustico pero cómodo. Hoy madrugaron por que tenían que estar a las 5:40 en la estación del tren a 500 m de aqui y regresarán como a las 11 de la noche asi que mañana saldremos ya a media mañana para Cusco.
Nevado Ampay
Allá abajo dejamos Abancay
Sitio arqueológico Saywite
Hacia allá vamos
Aquí desayunamos
El Nevado Salcantay
El vigía de Ollantaytambo
