miércoles, 13 de febrero de 2013

UN ESPEJO HASTA EL INFINITO


Estamos en Uyuni, hoy lunes 11 de febrero salimos de Potosí a las nueve de la mañana ya habiendo desayunado en el hotel, tomamos la carretera que llega a aquí, es una carretera nueva apenas tiene año y medio, con un día soleado con solo nubes dispersas, ya nos tocaba un buen día para rodar.




Esta carretera va subiendo, bajando y atravesando valles y cañadas, todo entre 3200 y 4100 m, el paisaje más bien es árido, con matorrales y en parte cactus, pero eso sí muchas llamas, vicuñas, alpacas y hasta burros, así que hay que ir muy pendiente por que se atraviesan de improviso. Disfrutamos mucho la carretera que aunque nueva tiene un trazo anticuado, del tipo de carreteras que vas siguiendo curvas de nivel, pero para nosotros son curvas y curvas que disfrutar con los espléndidos paisajes de fondo. Nos detuvimos en varios miradores y desde el último pudimos ver Uyuni, su salar y las montañas nevadas tanto hacia el occidente como hacia el oriente.







Llegando a Uyuni continuamos por una terracería hacia el norte por 22 km hasta el pueblo de Colchani, por ahí se entra al salar por otra terracería de 5 km.
Ya entrando al salar nos tuvimos que conformar con llegar al primer mirador porque con las lluvias tiene mucha agua, una capa como de 20 cm para todos lados y solo entran camionetas 4x4 por rutas que ya tienen bien conocidas, así que después de unas fotos y patinar un poco en donde podíamos rodar nos regresamos a Uyuni a comer.













Este pueblo ahorita está atestado de turistas que vienen a conocer el salar, porque el pueblo es bastante feo, por eso nos costó trabajo encontrar hostal para nosotros y las motos. Encontramos uno muy rústico y una vez que nos instalamos fuimos a conseguir gasolina, en la de YFPB ya no había  gasolina y nos decían que hasta el miércoles podían surtirnos porque mañana es martes de carnaval y nadie trabaja, que fuéramos a la salida hacia Avaroa a ver si en la gasolinería de ahí tienen. Nos guió un señor amablemente en su camioneta pero rodeando el pueblo por calles con lodazales más extremos que el recorrido por el salar, en esa estación ya casi no tenían gasolina por lo que ya no estaban vendiendo pero afortunadamente accedieron a llenarnos los tanques de las motos y nuestro bidones de 5 litros por si acaso, claro a precio internacional 9.15 por litro y sin factura. Ya de regreso al hostal seguimos las calles hacia el centro del pueblo evitando los lodazales.
 Mañana partiremos hacia la frontera con Chile, nos esperan 252 km de terracería hasta Avaroa (nombre del lado boliviano, estación Ollagüe nombre del lado chileno) y del otro lado de la frontera 200 km hasta Calama, pero no sabemos cuántos de esos 200 km son de terracería, en fin que como sea mañana estaremos en Chile y dejaremos de batallar para comprar gasolina y estaremos a mucho menor altitud, aquí estamos 3720 msnm.