martes, 28 de mayo de 2013

LA ÚLTIMA FRONTERA, LA FRONTERA FINAL….

Lunes 27 de mayo
Santa Lucía, Guatemala a Escuintla, Chiapas.

Hoy amaneció lloviendo en Santa Lucía así que decidimos desayunar en un restaurant enfrente del hotel antes de la mojada que nos esperaba.
Así a las 8:40 comenzamos a rodar hacia la frontera final, pasamos por Mazatenango, Retalhuleu, Coatepeque y finalmente llegamos, después de recorrer 160 km de carretera en mal estado y bajo la lluvia, a Tecum Uman; ahí guiados por el osito Bimbo, bueno por una camioneta de Bimbo de Guatemala llegamos a la frontera porque no hay anuncios en el pueblo de hacia dónde está el paso fronterizo.



Primero pasamos a la aduana para cancelar el permiso de las motos y …………. sorpresa: mi permiso en lugar de tener la placa tenía la clave vehicular que se usa en México para esta marca de motos, así que si me hubiera detenido para revisión la policía me hubieran retenido la moto, pero bueno afortunadamente nada pasó, peeeeeeeeeeeeeero………………………segunda sorpresa: nuestros permisos no los activaron en La Hachadura cuando entramos, entonces no se pueden desactivar, yo dije bueno es como si no hubiéramos pasado por Guatemala entonces no hay problema, pero la oficial de la aduana dijo que no podía dejarnos ir hasta solucionar el error aunque no fuera nuestro, que iba a llamar a la aduana de La Hachadura a ver si podía resolverlo que si no tendríamos que regresar hasta allá, o sea cruzar todo Guatemala hasta la frontera con El Salvador para que nos hicieran bien el documento, no yo dije que no que prefería que no me volvieran a dejar entrar a Guatemala pero yo no iba a regresar por un error que no cometimos, o sea como en Panamá. La agente nos pidió esperar a que se pudiera comunicar y eso hicimos.

Después de cómo una hora por fin nos dio luz verde, hizo el proceso de corrección y nos dejaron continuar, ya nada más tendríamos la última sorpresa al sellar los pasaportes en migración de Guatemala, 3 quetzales por cada uno para salir y sin que nos dieran recibo, ya no traíamos quetzales pero afortunadamente juntamos 20 pesos mexicanos, el equivalente, para poder salir de Guatemala.

Por fin cruzamos el puente, pasamos por migración y aduana de México, y entramos en Ciudad Hidalgo, ahí bajo un árbol aprovechamos para ajustar la cadena de la moto de Pau que venía muy tensa, fue rápido y arrancamos un poco desacostumbrados al ritmo de las carreteras en México, están en muuuucho mejor estado y hasta las micros van a 120 o 130 km/h en la carretera a Tapachula, que aunque solo es de dos carriles, es bastante ancha y está en perfecto estado.

En Tapachula tomamos el libramiento sur y de paso por un Sams retiramos pesos para los 1300 km que nos faltan, seguimos hasta entroncar con la carretera de 4 carriles que va a Arriaga. Íbamos rodando a buen ritmo pero los retenes nos hicieron perder tiempo, primero uno de Aduana dónde otra vez nos revisaron parte del equipaje y otro del ejército donde otra vez también. Cada desempacada y empacada de maletas mínimo 20 minutos así que ya solo pudimos llegar a Escuintla, donde nos hospedamos y cenamos por fin enchiladas, tacos dorados y una carne a la tampiqueña con su victoria, ya extrañábamos estos sabores.


Martes 28 de mayo
Escuintla, Chiapas a Tlacolula de Matamoros, Oaxaca.

Hoy en la mañana amaneció lloviendo así que continuamos mojados por el resto del día, después de unos 100 km llegamos a otro retén militar y otra vez nos detienen para revisión, nosotros en moto nos revisan cada retén y carros y camionetas pasan sin que las revisen, otra vez media hora perdida. Después de esta molestia continuamos y antes de cruzar la zona de La Ventosa almorzamos, por cierto no había nada de viento, solo lluvia ligera.






Pasamos los campos eólicos hasta llegar a la desviación hacia la Ciudad de Oaxaca, la carretera había estado excelente, pero el tramo de esta desviación hasta Tlacolula es la carretera centenaria al Itsmo, o sea, angosta, con trazo muy antiguo, y tramos algo maltratados. Después de unos kilómetros rodando por esta carretera otra vez nos topamos con un retén militar y otra vez nos vuelven a revisar, en fin.

Continuamos a ratos con lluvia intensa, a ratos con llovizna hasta que pasando por Mitla, ya llevábamos recorridos hoy casi 600 km así que decidimos quedarnos aquí en Tlacolula, que es un pueblo pequeño que ya conocemos,  con hoteles modestos pero también aquí se pueden comer buenas Tlayudas. Ya mañana espero estar tomando mi tequila en Cuernavaca a estas horas.